La venganza es mía; Es tuya o de Dios?

Muchas veces ocurren circunstancias donde nos enojamos, dejamos aflorar nuestras iras, enojo y rabia.
Ya sea por culpas de circunstancias  o personas que están a nuestros alrededor nos hartan, nos molesta, con tal de solo escuchar su nombre ya nos pone mal.
Porque esa persona nos trata mal, nos dice cosas malas, es egoísta, que solo piensa  en si mismo, en sus problemas o hablan mal de ti, te pone en enredos, te critica  a vos y tu familia. Todo lo que haces no esta bien  para esa persona. A veces llegas al momento de pensar: en esa historia donde Elias pidió que descienda fuego del Cielo y consuma el holocausto en presencia de sus adversarios.
Como cuesta leer, entender y practicar lo que dice la Palabra de Dios; "Pero a vosotros los que oís; os digo; Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os calumnian" Lucas 6: 27-28
Uf, es super difícil, YA NO LE SOPORTO; NO SOPORTO ESTA SITUACIÓN!!!!!
Llegaste a esta situación alguna vez......
Como espada de doble filo que entra a lo profundo es esto: "Soportandos unos a otros, y perdonándoos unos con otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros" Colosenses 3: 13
Dios mio hacer esto en esos días conflictivos, sabemos que humanamente no lo haríamos, pero con la ayuda de Dios si.
Él nos pide perdonar, dejar pasar las cosas o el momento y bendecir a esas almas. Más bien queremos usar; Mía es la Venganza!!!!
Pero Dios es el que nos dice eso; deja en mis manos esos conflictos, esas personas, esas circunstancias que yo lo arreglaré, yo enderezaré caminos o mezas delante de ti en presencia de tus angustiadores.
No te preocupes por ellos, solo Deleitate en mi presencia.
Pero "OJO" , es una situación donde Dios pone en orden las cosas, abre los ojos de esa persona para que se de cuenta de lo que hace o dice; o bien a través de alguna circunstancias le gráfica la situación del suceso.
Nosotros como hijos de Dios, como cristiano debemos  orar para que Dios actué de forma posible con ese prójimo. No deseando mal a esa persona o alegrarnos cuando vemos obrar la mano de Dios a favor de nosotros, cuidemos el deseo que tenemos para el prójimo.
Solo tenemos que bendecir esas almas y dejar ACTUAR a Dios