lunes, 5 de agosto de 2013

La Casa de mis Sueños

En esta música me inspire para escribir, cual real habla de las cosas que pasan en diferentes hogares.
Uno se casa ilusionado con tener una familia perfecta, con una enorme casa, autos, todas las comodidades y que los hijos tengan todo lo que necesitan, que nunca les falte nada.
A veces esos padres están tan enfocados en las cosas materiales, que trabajan día y noche, traen hijos a este mundo, y desde pequeños ya buscan donde dejarlos  para seguir con las labores diarias, para ir mejorando la vida familiar, pensando para que nada le haga falta a ese pequeño.
Dejan a los hijos con las abuelas, los tíos, vecinos o contratan niñeras, y dejamos a cargo de ellos la educación de los hijos.
Podemos llegar a tener una enorme casa, con las mejores cosas dentro, los autos que más nos guste, pero en medio de esa inmensidad de cosas adquiridas dejamos de lado otras cosas muy valiosas para nuestro vivir.
A veces llegaremos a la casa y seremos unos total desconocidos para los habitantes de la misma, hemos dejado el tiempo de ocuparnos de las personas que amamos, pensando quizás que lo material cubriría ese afecto, cariño, tiempo de calidad, sonrisas, diversión, compañerismo entre los hijos y los padres.
Dejaríamos de lado el crecimiento de ellos, no tendríamos tiempo de ocuparnos de  verlos crecer, ni ver los primeros pasos que dan, los primeros dientes.
Nos quejaríamos cuando empiezan a correr dentro de la casa y emprenden a romper las cosas o a pintar o escribir por las paredes, dejando huellas de su presencia en la misma.
Que pasara con nuestros pequeños artistas? Lo aplacaríamos o los alentaríamos a seguir?
Pero el esfuerzo y cansancio que pusimos en todo ese edificio nos conduciría a irritarnos con ellos
Luego llegaría esa edad que ellos siente que nadie les quiere que a nadie les importa, que solo los amigos les entiendes, solo con ellos comparte más tiempo, cosas, sueños y metas.
Se encerrarían  en su corazón con sus progenitores, también en su mundo y en su habitación, la casa es tan grande que te da la oportunidad de escaparte de la realidad.
A veces esas comodidades que le dimos, nos separó, nos apartó de sus vidas, le equipamos su cuarto con Televisión, un instructor muy creativo que enseña no valores positivos, con la computadoras y la internet.
Le dimos el mouse para viajar a un mundo cibernético, donde nada es real, que cuando necesitas realmente de una palabra amiga, No la encontráis.
Ahora viven dentro de la casa pero virtualmente en otro planeta.
La casa de Mis sueños, cuesta mucho, económicamente hablando, pero también emocionalmente, espiritualmente, socialmente, y en el compañerismo para soñar.
Dios te ha dado sabiduría para gobernar tu casa, para administrar tu casa, para cuidar, proteger, amar a tu familia y para proveerle, pero no a la medida de que descuides de ella.
Hoy día muchos niños se convierten en adolescentes solitarios, con ideas y pensamientos erróneos, guiados muchas veces por los amigos.
Esas forma de vida los conduce muchas veces a ser delincuentes, apáticos, lejos de la realidad, raros, sin temor de Dios.
Deja de lado La casa de tus Sueños y concéntrate en tu familia en tus hijos, dale tu tiempo, comparte con ellos lo pocos o muchos que tienes, se amigó, compañero de ellos, juega con ellos, sueña con ellos, viaja a su mundo.
Y veras cuán felices serás tú y los tuyos

Ahí harás realidad La casa de tus sueños, porque no solo tendrás una estructura sino un hogar, con armonía, con respeto, con amor, un DULCE HOGAR, porque habrá risas, llantos, sueños, metas, emociones y por eso todas las cosas el caminar diario con Jesús.

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